viernes, 20 de marzo de 2015

LOS ECLIPSES




LEYENDA NÓRDICA

Hace muchos muchos siglos vivían cuatro hermanos en un pueblo llamado Sumbiarhólmur, que se encuentra al sur de la isla de Suðuroy en al archipiélago de las Feroe. Eran fuertes y pendencieros y se pasaban el día luchando entre ellos, olvidando a veces sus deberes. Y eso sucedió una vez en la primavera, cuando el día es tan largo que apenas desaparece el Sol unas pocas horas, en las que ni siquiera el cielo se pone negro ni se ven las estrellas. Allí estaban enzarzados en plena pelea en el monte en vez de cuidar al rebaño de ovejas de la familia, cuando la oscuridad llegó de repente y sin avisar. Los hermanos, aterrorizados, rezaron a los dioses para que les devolvieran el rebaño y la luz del día, prometiendo portarse bien y no pelear nunca más. Cuando se abrazaron, de repente, el Sol apareció de nuevo, y nunca más volvió a esconderse.

 El eclipse
"Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez.( Capítulo IV)

"Nos metimos las manos en los bolsillos, sin querer, y la frente sintió el fino aleteo de la sombra fresca, igual que cuando se entra en un pinar espeso. Las gallinas se fueron recogiendo en su escalera amparada, una a una. Alrededor, el campo enlutó su verde, cual si el velo morado del altar mayor lo cobijase. Se vio, blanco, el mar lejano, y algunas estrellas lucieron, pálidas. ¡Cómo iban trocando blancura por blancura las azoteas! Los que estábamos en ellas nos gritábamos cosas de ingenio mejor o peor, pequeños y oscuros en aquel silencio reducido del eclipse.

Mirábamos el sol con todo: con los gemelos de teatro, con el anteojo de larga vista, con una botella, con un cristal ahumado; y desde todas partes: desde el mirador, desde la escalera del corral, desde la ventana del granero, desde la cancela del patio, por sus cristales granas y azules...

Al ocultarse el sol que, un momento antes todo lo hacía dos, tres, cien veces más grande y mejor con sus complicaciones de luz y oro, todo, sin la transición larga del crepúsculo, lo dejaba solo y pobre, como si hubiera cambiado onzas primero y luego plata por cobre. Era el pueblo como un perro chico, mohoso y ya sin cambio. ¡Qué tristes y qué pequeñas las calles, las plazas, la torre, los caminos de los montes!

Platero parecía, allá en el corral, un burro menos verdadero, diferente y recortado; otro burro..."




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En directo: ECLIPSE TOTAL DE SOL DESDE LAS ISLAS FEROE

¡CUIDADO! Nunca mirar sin protección.


3 comentarios:

  1. Los cuentos y los juegos estuvieron bastante bien

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  2. Están muy bien los juegos pero no vimos nadad de nada

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  3. Que pena que no pudiéramos ver el eclipse...

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